Tanabata Matsuri: origen
- Juan Pablo Romero Pereira
- 20 jun 2015
- 3 Min. de lectura

Fiesta realizada el 7 de Julio de cada año, corresponde a la cuarta de las cinco festividades estacionales (Gosekku). Las raíces de esta costumbre se hallan en una antigua leyenda China que llegó a Japón durante el período Nara (710 d.c – 794 d.c), institucionalizada durante el reinado de la emperatriz Kouken, alrededor del año 750 siendo celebrada en la séptima noche de la séptima luna.
La fiesta celebra el encuentro entre Orihime (Vega) y Hikoboshi (Altair). La Vía láctea, un río hecho de estrellas que cruza el cielo, separa a estos amantes, y sólo se les permite verse una vez al año, el séptimo día del séptimo mes lunar del calendario lunisolar. Ya que las estrellas sólo aparecen de noche, la celebración suele ser nocturna.
Altair es la estrella más brillante de la constelación del Águila; su nombre viene del árabe, que significa ‘águila volante’, se ubica a unos 17 años luz de la Tierra. En cuanto a Vega, estrella de la constelación Lira y la más brillante del hemisferio norte; se encuentra a unos 26 años luz de la Tierra. Estudios demuestran que Vega es la primera estrella cercana al Sol que podría desarrollar un sistema planetario semejante al nuestro. Entre ambas estrellas discurría el Gran Río Celestial, es decir, la Vía Láctea (Amanogawa), sobre la que las urracas forman el puente. Las estrellas protagonistas de esta leyenda junto a Deneb (en la constelación de Cisne) forman el llamado Triángulo Estival del Hemisferio Norte.

Triángulo Estival del Hemisferio Norte
La festividad china denominada Qi xi o “festividad por la súplica de habilidades”, fue adoptada en Japón ya durante la Era Heian, aunque su ámbito quedó casi exclusivamente circunscrita al Palacio Imperial de Kyôtô hasta la Era Edo, cuando se popularizó. En aquella época era tradicional que los jóvenes pedían mejorar sus habilidades en determinadas áreas (generalmente ellas mejorar en costura y ellos en caligrafía), escribiendo sus deseos en hojas de papel. También era tradicional escribir estos deseos con tinta hecha a base del rocío recogido en hojas de taro. Todo esto ha derivado hacia la tradición actual en que la gente escribe sus deseos, muchas veces en forma de poemas, en unos pequeños trozos de papel denominados tanzaku (短冊) que se cuelgan en ramas de bambú. Estas ramas y las decoraciones que las suelen acompañar, acostumbran a dejarse ir flotando por un río o quemándolos al finalizar la celebración (para que los deseos lleguen a Orihime y Hikoboshi).

Por lo que se refiere al nombre, su origen se encuentra en la lectura japonesa de los kanjis 七夕, que en aquella época se leían como shichiseki. Se cree que en las mismas fechas era tradicional realizar un ritual purificador shinto en el que una miko tejía cerca del agua una pieza de ropa que se denominaba Tanabata (棚機) que posteriormente se ofrecía a un dios para pedir la protección de los campos de arroz ante las lluvias y tormentas. Gradualmente, esta ceremonia se fue mezclando con el festival procedente de china, y acabó surgiendo el Tanabata, que es otra lectura de la misma palabra.
Por todo Japón hay diversos festivales alrededor de estos días que pueden tener duraciones variables y sus propias particularidades, siendo el más famoso el de Sendai, que dura del 5 al 8 de Julio. Como la fecha original se basaba en un calendario distinto al gregoriano actual, en algunos sitios la fecha que se celebra puede ser otra, o incluso variar de uno a otro año.
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